Dos tipos diferentes de metas y cómo optimizar cada uno
Acabo de ir a un taller con Caroline Miller, quien es experta en la aplicación de la psicología positiva para el logro de metas. Una de las cuestiones que presentó me pareció especialmente importante para el mundo de la educación: la diferencia entre las metas de desempeño y las metas de aprendizaje.
Una meta de desempeño tiene que ver con un objetivo específico, con un logro que podemos definir con claridad desde el principio. Por ejemplo: correr 10 km en menos de 1 hora, o sacarse por lo menos 9 en el examen de matemáticas, o tener listos todos los reportes el lunes en la mañana. Podemos establecer los parámetros porque sabemos cuánto tarda generalmente una tarea, o que es posible llegar correr a cierta velocidad.
Las metas de aprendizaje son aquellas en las que estamos creando algo nuevo y estamos aprendiendo cómo se hace al irlo haciendo. Por ejemplo si estamos diseñando un nuevo curriculum de arte para la primaria, o si a un equipo de adolescentes les pedimos que hagan un proyecto totalmente nuevo. En estos casos, como no sabemos realmente cuánto tarda el proceso o cómo debe de quedar el resultado, se vale decir (o decirnos) «haz lo mejor que puedas». Pero solo en estos casos.
Miller apunta que cuando tenemos una meta de desempeño y decimos «haré lo mejor que pueda» o «haz lo mejor que puedas», prácticamente estamos generando un resultado mediocre. Si tenemos una meta clara, las instrucciones y la retroalimentación deben de ser específicas. Por ejemplo, el entrenador de atletismo le dice al joven: «hoy espero que coas 5 km. en 20 minutos», o el maestro le dice al chico «en este examen debes de contestar correctamente 12 de las 15 preguntas para tener 9».
Esta distinción es importante para ayudarles a los estudiantes (y a nosotros mismos) a alcanzar sus metas.
Muy interesante y especifico.