Algo que sabes hacer desde hace mucho tiempo puede aumentar tu bienestar
Escribir
Casi todos aprendemos a escribir a los 6 o 7 años y a partir de entonces escribir se vuelve una parte de nuestra vida diaria. Muchas veces escribimos para cuestiones prácticas: tomar notas en una junta, hacer la lista del supermercado o apuntar algo que tenemos que hacer, para que no se nos olvide. Y eso está muy bien. Pero si además escribimos de una manera más deliberada, la escritura se puede volver una herramienta para aumentar nuestro bienestar.
Hay muchas investigaciones que demuestran los beneficios de escribir. Por ejemplo, la escritura expresiva se refiere a escribir sobre experiencias traumáticas, estresantes o muy intensas. En decenas de estudios, el Dr. James Pennebaker ha encontrado que las personas que escriben sus pensamientos y sentimientos más profundos sobre una experiencia traumática tienen más bienestar psicológico y físico que quienes no escriben sobre esto.
Llevar un diario nos ayuda a aclarar nuestras ideas, a tomar decisiones y a integrar nuestras experiencias como historias coherentes que le dan significado a nuestra vida.
Escribir nuestras metas aumenta mucho las posibilidades de que las logremos.
Hay más de 40 ejercicios de psicología positiva (intervenciones positivas) que se basan en escribir. Entre otros, se ha comprobado que escribir sobre tres cosas que hayan ido bien en el día o anotar cada noche tres cosas de las que nos sentimos agradecidos ese día aumenta los niveles de felicidad de quien lo hace.
No hace falta ser un gran escritor. Haz un experimento con una N de 1 (de un solo sujeto = tú) y ve qué pasa si escribes más y de diferentes maneras.