Vivir en estado de “Gracias”

Vivir en estado de “Gracias”

Publicado en Mente Sana 56

Ayer fui a una comida para celebrar el cumpleaños de mi amiga Sara.Cuando llegó la agasajada traía en las manos 6 enormes girasoles y los puso en un florero. Yo admiré las flores y pensé que eran un detalle que ella había traído para agradecerle a la anfitriona su hospitalidad.

Los girasoles efectivamente eran un símbolo de agradecimiento, pero lo fueron de otra manera, diferente de la que me había imaginado. Éramos seis invitadas, comimos y charlamos muy a gusto. Al final de la comida, Sara se levantó y dijo que quería aprovechar la ocasión para agradecer a sus amigas lo que cada una de ellas aportaba a su vida. Tomó un girasol, se lo dio a Mari y le agradeció la solidaridad y apoyo que le había otorgado en momentos difíciles, a Guadalupe le dio las gracias por haberle enseñado a poner límites y poder decir que no cuando era necesario, a Ana le agradeció su vitalidad y chispa, y así, cada persona en la mesa recibió dos regalos, un girasol y el agradecimiento de nuestra amiga.

La Psicologia Positiva es el estudio científico del bienestar y de lo que hace que las personas vivan plenamente. Investiga fenómenos como las emociones positivas, las virtudes, las relaciones interpersonales satisfactorias, y el optimismo, entre otros.

 

Las personas que sienten y expresan más gratitud tienden a ser más felices y a estar más satisfechas con su vida.

La gratitud ocupa un lugar muy especial dentro de la Psicología Positiva, es una de las “joyas de la corona” de la investigación sobre el bienestar, ya que es una de las variables que más se correlacionan con la felicidad. Muchos estudios han encontrado que las personas que sienten y expresan más gratitud tienden a ser más felices y a estar más satisfechas con su vida.

El investigador más importante sobre el tema de la gratitud es el Dr. Robert Emmons, profesor de la Universidad de California, Davis (EUA). Al Dr. Emmons le gusta citar a Cicerón, quien decía que “La gratitud no es sólo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás”. Desde la anti- gua Roma y dentro de muchas tradiciones espiri- tuales como el judaísmo, el budismo, el hinduismo y el cristianismo, la gratitud ha sido valorada a través de la historia como una virtud que contribuye al bienestar tanto individual como social.

Las investigaciones científicas recientes han demostrado que cultivar la gratitud es algo que realmente puede cambiar la vida de las perso- nas. Junto con Michael McCullough, psicólogo de la Universidad de Miami (EUA), el Dr. Emmons ha descubierto que las personas que cultivan la gratitud obtienen beneficios observables a nivel psicológico, en sus relaciones con los demás y, sorprendentemente, aún en su salud física.

Emmons explica que la palabra “gratitud” viene del latin “gratia” que quiere decir tanto “favor” o “regalo”, como “placentero”. Y ése es el sentido de la gratitud: por un lado, el darnos cuenta de que recibimos “regalos” de la vida sin necesariamente haber hecho nada por merecerlos. Por otro, la experiencia de gratitud en sí es una sensación positiva, placentera.

Emmons ha encontrado que la experiencia de la gratitud consta de dos fases: primero, el reconocer lo bueno que uno tiene en la vida, que vale la pena vivir. En segundo lugar, la gratitud implica reconocer que la fuente de estas cosas buenas está, al menos parcialmente, fuera de nosotros. Uno puede sentirse agradecido con Dios, con la vida, con otra persona, pero no con uno mismo. En esto la gratitud se diferencia de otras emocio- nes. Podemos sentirnos enojados con nosotros mismos, u orgullosos de nosotros, pero no agrade- cidos con nosotros mismos.

Las personas que cultivan el agradecimiento sienten más emociones positivas como el gozo, el entusiasmo, el amor; y menos emociones negativas como la envidia o la amargura.

Dar las gracias a veces puede ser un formalismo social, pero la verdadera gratitud va mucho más allá de eso. El agradecimiento es un fenómeno tanto del intelecto como del corazón: evaluamos y pensamos en los beneficios que recibimos, y al mismo tiempo tenemos una sensación emocional que nos conmueve. Para muchos, la gratitud tiene también una dimensión espiritual, ya que el ver la vida como un regalo puede ser la base de la experiencia religiosa.

Las investigaciones sobre los beneficios de la gratitud documentan que las personas que cultivan el agradecimiento sienten más emociones positivas como el gozo, el entusiasmo y el amor. Las personas agradecidas experimentan menos emociones negativas como la envidia o la amargura, manejan mejor el estrés, y hasta es posible que se recuperen más rápidamente de las enfermedades. Además, las personas agradecidas tienen mejores relaciones con los demás.

La expresión de la gratitud es muy importante. Se han hecho investigaciones sobre dos tipos de actividades que tienen que ver con expresar y cultivar la gratitud y cómo esto puede incrementar la felicidad. La primera actividad es llevar un “diario de gratitud”. Este ejercicio consiste en tener un cuaderno en el que cada noche, antes de dormir, anotemos de qué nos sentimos agradecidos ese día, cuáles fueron algunas de las cosas buenas que sucedieron y por qué pensamos que se dieron. El Dr. Martin Seligman y sus colaboradores han comprobado que un grupo de personas que sufrían de depresión mejoró notablemente sus síntomas al hacer este ejercicio durante una semana.

No hace falta estar deprimido para experimentar los beneficios de la gratitud.

Otro ejercicio se llama la “visita de gratitud”. Se trata de pensar en alguna persona con quien nos sintamos agradecidos y a quien no le hayamos expresado suficientemente nuestra gratitud. Tenemos que escribirle una carta, explicándole detalla- damente por qué nos sentimos agradecidos con ella. Esta carta no se envía por correo, sino que invitamos a esa persona a reunirse con nosotros, por ejemplo, a almorzar, sin que ella sepa el objeto de nuestra invitación, y al estar juntas le leemos en voz alta la carta, antes de dársela en mano. El equipo de investigadores de Seligman encontró que realizar esta visita de gratitud también dismi- nuía significativamente los niveles de depresión de las personas. Obviamente no hace falta estar deprimido para experimentar los beneficios de la gratitud. Al contrario, si aún las personas que se están sintiendo muy tristes y desesperanzadas se sienten más contentas al cultivar la gratitud, todos nos podemos beneficiar de sentir y expresar nuestro agradecimiento.

Barbara Fredrickson, de la Universidad de Caroli- na del Norte en Chapel Hill (EUA) ha estudiado la gratitud como una de las formas de la positividad, del conjunto de emociones y actitudes positivas que nos permiten florecer como seres humanos. Además del diario de gratitud, ella propone que podemos tener “rituales de gratitud” en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo: dar gracias antes de comer, bien sea en voz alta o en silencio. O tomar un mo- mento para ser expresar nuestro aprecio y gratitud cuando algo termina, ya sea un semestre en la escuela, unas vacaciones o el día de fin de año.

Otra actividad bonita que fomenta la gratitud es crear recordatorios o “portafolios” de agradecimiento: por ejemplo hacer un collage o un álbum con imágenes de personas, experiencias y cosas de las que nos sentimos agradecidos. Podemos tener imágenes digitalizadas y ponerlas como pro- tectores de pantalla en nuestro ordenador, o tener en la pantalla una frase o poema de agradecimien- to. También podemos tener una caja de recuerdos que contenga objetos que representen regalos o bendiciones que hemos recibido.

Hay rituales de gratitud que van más allá del indivi- duo y que están instituidos a nivel social. Un ejem- plo es la fiesta norteamericana de “Thanksgiving” o Día de Acción de Gracias. Originalmente la celebración conmemoraba una comida que compartieron colonizadores ingleses e indios norte- americanos para celebrar una buena cosecha hace más de trescientos cincuenta años. Actualmente se ha transformado en una oportunidad para que las familias se reúnan y antes de comer den gracias por todas sus bendiciones. Podemos participar en un día especial en el año para expresar nuestra gratitud, pero también podemos transformar las “gracias” que damos automáticamente cada día en agradecimientos genuinos, si aprovechamos cada oportunidad para apreciar los pequeños favores y servicios que los demás hacen por nosotros a lo largo del día.

Bien sea al participar en rituales sociales o espirituales, o creando nuestros pequeños rituales personales, cultivar la gratitud es una buena inversión que redituará en nuestra felicidad.

Gracias por leer este artículo.

Deja un comentario

  • Buenas tardes, ya inicie mi diario de gratitud y compartiendo con compañeras este tema, y que antes se quejaban de todo ahora agradecen que tenemos trabajo, ya sonrien mas y rfeportan mejor ambiente e trabajo en sus areas,
    Muchas gracias

  • Gracias Margarita por haber compartido esta hermosa reflexión y las acciones que nos compartes para agradecer, las hago mías.

  • Dra. Margarita T.

    Gracias!! ….. mi más profundo agradecimiento …
    Al Bienestar y a la psico. positiva =)

    Saludos desde méx.

    Erika Pochat

  • Hola, Dra. Tarragona
    Gracias por su interesante artículo.
    Pienso que expresar gratitud nos hace sentir bien y para florecer tenemos que cultivar la bondad en acciones como dar en forma desinteresada.
    Saludos

  • Gracias por este artículo, muy interesante, sintetiza con mucha precisión lo propuesto por Emmons, me dio gusto conocerla en el taller del pasado viernes y sábado acá en Monterrey, N.L.

  • Hola Doctora Margarita

    Mil gracias por la información sobre la gratitud que es un valor que tiene mucho peso en nuestras vidas y que luego no le damos la importancia debida.
    Gracias por compartirnos para aprender y aplicarlo

  • muy interesante,y desde mi punto de vista al primero que SIEMPRE debemos agradecerle es a Dios,y en seguida a todos los demas que en poca o gran medida nos ayudan. GRACIAS por su articuloo

  • Excelente, cada día me queda más claro el enfoque de la Psicología Positiva. Gracias por el artículo, al leerlo en verdad me permite pensar en la cantidad de cosas (muchas por fortuna) por las cuales me siento agradecida.

    • Post
      Author
  • Verdaderamente estoy enamorandome de la Psicologia positiva, como muchas veces desconocemos los conceptos de lo que día a día vivimos, ahora si que estoy más que agradecido por estas lecturas que ahora estoy viviendo y me llenan de energía y emociones positivas que encausan más mi vida.

    Gracias

  • Margarita te felicito ampliamente por tu aportacion es excelente y explica bastante bien los beneficios de la gratitud.

  • Gracias Dra. Tarragona, sus artículos han aclarado muchas dudas en mí.
    Espero sus próximas publicaciones y he registrado su espacio como mi favorito.