La Positividad

La Positividad

Publicado en Mente Sana  51

¿Puede identificar cuándo fue la última vez que se sintió muy entusiasmado?, ¿cuán asombrada se ha sentido recientemente?, ¿o verdaderamente agradecido?, ¿cuál ha sido una experiencia gozosa en estos días? ¿qué le hace sentirse serena?

Éste es el tipo de preguntas que hace la Dra. Bárbara Fredrickson para ayudar a las personas a evaluar su nivel de positividad. Fredrickson, profesora de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EUA), es una de las investigadoras más importantes en el ámbito de la Psicología Positiva y se ha especializado en estudiar la positividad. Ésta incluye las emociones positivas, el tener actitudes optimistas y el darle significados positivos a nuestras experiencias.

La positividad abarca el gozo, la gratitud, la serenidad, el interés por el mundo, la esperanza, el orgullo, la diversión, la inspiración, el asombro y el amor.

La positividad abarca el gozo, la gratitud, la serenidad, el interés por el mundo, la esperanza, el orgullo, la diversión, la inspiración, el asombro y el amor

Los psicólogos han estudiado durante muchos años las emociones negativas y tienen claridad respecto a su función: las emociones  como el miedo, la ira o la ansiedad generalmente sirven como “señales de alarma” que nos permiten huir del peligro o luchar contra él. Pero hasta hace poco las emociones positivas no habían recibido mucha atención dentro de la psicología.

Durante años se pensó que las emociones positivas realmente no servían para nada, que simplemente “estaban”. Un poco como lo que se decía antes sobre las amígdalas ¿recuerdan? Se pensaba que “no servían para nada” y se operaba a los niños para quitárselas casi de manera  rutinaria. Ahora se sabe que las anginas cumplen con importantes funciones de defensa, propias del tejido linfático. Algo similar pasó con las emociones positivas: se pensaba que no tenían ninguna función especial y ha sido la Dra. Fredrickson quien ha identificado el importante papel  que cumplen en nuestra vida. Resulta que las emociones positivas nos ayudan a “ampliar y construir”, es decir, que cuando experimentamos emociones positivas, estamos más abiertos a recibir nueva información, a explorar nuestro entorno y a contemplar más posibilidades de acción.

Fredrickson ha encontrado que el gozo nos trae  ganas de jugar y nos impulsa a ser creativos, que el sentirnos interesados nos invita a explorar y aprender, que la  serenidad nos permite disfrutar las circunstancias actuales  e integrarlas. Basada en sus investigaciones, Fredrickson (2009)[2] dice que “Las emociones positivas abren nuestros corazones y nuestra mente, nos hacen más receptivos y más creativos” (p.21). Afirma también que la positividad nos permite descubrir y desarrollar nuevas habilidades, nuevos lazos, nuevos conocimientos y nuevas formas de ser.

Las investigaciones sobre los efectos de las emociones positivas son impresionantes. Fredrickson (2009) analizó los resultados de más de 300 estudios científicos sobre el tema, y concluye que:

–     Las positividad lleva a mayor éxito en la vida, por ej. a tener un matrimonio más satisfactorio, un mejor salario y un mejor estado de salud.

–     La positividad se correlaciona con mejores resultados en pruebas académicas, con mayor precisión y cuidado en la toma de decisiones y con mejores relaciones interpersonales.

–     La positividad permite manejar mejor la adversidad

–     La positividad ayuda a tener mejor salud física, ya que se correlaciona con niveles menores de hormonas de estrés y mayores niveles de dopamina y opioides que  estimulan al sistema inmunológico y disminuyen la respuesta inflamatoria ante el estrés.

Las positividad:

  • lleva a mayor éxito en la vida
  • permite manejar mejor la adversidad
  • ayuda a tener mejor salud física

Todos tenemos emociones negativas y positivas, sería absurdo pensar en una vida en la que sólo sintiéramos cosas lindas. Hay momentos en los que las emociones negativas son apropiadas y útiles. Una de las cosas más interesantes que han encontrado los investigadores es que lo importante no es sólo la cantidad de emociones positivas o negativas que tengamos, sino la proporción que existe entre éstas. Hay una proporción de positividad que predice si una persona “florece” o se “marchita”: 3 a 1. O sea que las personas más plenas experimentan tres emociones positivas por cada emoción negativa que tienen.

El investigador Robert Schwartz ha visto que las personas deprimidas tienen una proporción de 1 a 1, es decir, una emoción negativa por cada positiva. Si Ud. quiere ver cuál es su proporción de positividad, puede hacer una prueba diseñada por la Dra. Fredrickson en www.positivityratio.com.

Si queremos aumentar el nivel de positividad en nuestra vida, una buena manera es llevar un diario e identificar cuándo sentimos cada una de las 10 formas de positividad, por. Ej, ¿en qué circunstancias me siento más entusiasmada?¿qué días me siento sereno?¿cuándo me he divertido más en esta semana?¿qué me ha inspirado o me ha hecho sentir asombro?¿con quiénes siento y expreso más amor?¿en qué contextos me siento esperanzada?…Si nos damos cuenta de cuándo, dónde, cómo y con quiénes experimentamos  más positividad, podemos hacer un esfuerzo por crear experiencias positivas de forma deliberada en nuestra vida.


Fredrickson, B. (2009) Vida Positiva.

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